INGREDIENTES
En un cazo calentamos la leche con la vainilla.
En un bol ponemos 4 huevos enteros más 4 yemas (reservaremos, aparte, las claras de estos últimos huevos) y lo vamos batiendo hasta que adquiera un punto cremoso y espumoso.
Cuando hierva la leche del cazo se va añadiendo el batido lentamente, hasta que espese, pero ya no tiene que llegar a hervir. Lo retiramos y lo dejamos enfriar.
En una sartén ponemos los Boletus edulis a caramelizar, una vez limpios y cortados a trozos muy pequeños (dependiendo del gusto de cada uno se pueden hacer trozos más grandes o también pasar la
mezcla por la batidora). Vamos caramelizando los Boletus edulis con un poco de aceite de oliva y mantequilla, incorporando poco a poco y a fuego muy suave, el azúcar necesario para que nos
queden caramelizados a gusto y blanditos de textura.
En un bol, aparte, batimos las 4 claras de huevos que habíamos reservado y las dejamos en un punto de nieve muy fuerte. Las añadimos a la crema fría junto con las setas y lo mezclamos todo muy
bien.
Se mete en el congelador en molde apropiado. Cada ½ hora lo sacamos y lo vamos batiendo un poco. Este proceso lo
repetiremos 3 ó 4 veces.
A la hora de servir podemos decorarlo con Boletus edulis caramelizados y echando sobre el helado el contenido de la sartén, a modo de salsa o decorado con nata o frutos secos.
También podemos espolvorear con polvo de Boletus edulis seco.